viernes, 6 de junio de 2008

Campo de batalla, Internet

Recientemente se ha publicado una noticia procedente del Observatorio español de Internet dirigido por Francesc Canals que afirma que España es el mayor generador de bulos o rumores u hoax o mentiras en Internet. La noticia, aunque curiosa, no resulta sorprendente teniendo en cuenta nuestra fama de cotillas, nuestra tendencia cultural a propagar noticias, generalmente ajenas. Una costumbre que supone en nuestro país un auténtico entretenimiento social.

De entre todos los rumores que circulan por Internet, quizás, los más habituales, son los que se refieren a empresas, productos o servicios, o bien sectores en general. Existen algunos muy populares de los que seguro han oído hablar, como que tomar Actimel es perjudicial para la salud o que los restaurantes chinos sirven carne procedente de perros y gatos. Y otros algo menos conocidos pero no menos perjudiciales, como que varias operadoras de telefonía móvil iban a cobrar las llamadas perdidas porque se había convertido en un código de comunicación entre los jóvenes y se estaba dejando de ganar mucho dinero.

En realidad, los rumores que circulan por Internet tienen unas características particulares que nos permiten identificarlos: casi nunca están firmados, nombran a grandes compañías, instan a su divulgación entre nuestros contactos, no suelen estar fechados para parecer siempre recientes, utilizan palabras técnicas para parecer profesionales… Sin embargo, no siempre son identificables y lo que es peor, la inmensa mayoría de las personas le da trascendencia. Y es que nos encontramos ante un enemigo muy duro, las empresas competidoras, que están dispuestas a ir a por todas y un campo de batalla muy propicio, Internet. Bienvenidos a la ‘infoguerra’.

‘La infoguerra’ es la guerra de la información, donde ésta se convierte en arma para aislar, desfavorecer y destruir empresas a través de la incertidumbre y el desprestigio. Es un modo de debilitar a los adversarios siempre con fines profesionales, cuyo modus operandis es la divulgación de rumores, no importando que la información difundida desatienda al principio de veracidad. Según afirma Francesc Canals, es una actividad al servicio de la publicidad y por tanto una herramienta perfectamente depurada, cuyo planteamiento responde a una estrategia empresarial.

Hay muchas formas de batallar en Internet y no siempre atacando a nuestro adversario de modo frontal. Si bien hemos planteado el uso de Internet con fines dañinos hacia terceros, también puede ser utilizado por una empresa para su propio beneficio interviniendo de modo indirecto y sin implicar a otras. Por ejemplo, creando expectación ante un hecho que le favorezca o divulgando una mentira positiva que logre hacer subir las acciones en pocos días. Son sólo unos pocos ejemplos que ilustran las acciones que hoy en día se están realizando ante nuestros ojos.

En otras ocasiones, el bulo es una forma de recopilar direcciones electrónicas para generar bases de datos para posteriormente proceder al envío de publicidad on line. Esto sí que es algo que quizá los lectores no sepan. Para ello es preciso que, a través de cualquier reclamo, los usuarios rellenen un breve formulario en el que facilitan sus datos, no basta con reenviar un e-mail a un contacto propio.

En definitiva es una batalla para la que las empresas deben estar preparadas, bien con un competente gabinete de crisis o bien con una potente imagen de marca que sirva de caparazón ante daños de este tipo, sean éstos directos o colaterales.

La confrontación directa es, evidentemente, más arriesgada y en algunos casos un ataque indirecto aunque cobarde puede resultar devastador. En este punto conviene recordar a un experto del Arte de la Guerra, un general chino cuyas pautas bélicas han guiado a los más importantes gurús del mundo empresarial desde hace siglos, Sun Tzu, que ya en el siglo V antes de Cristo afirmaba: “Así pues, los verdaderamente hábiles en la guerra someten al ejército enemigo sin batallar”.