miércoles, 8 de octubre de 2008

¿ QUIÉN MANDA AQUÍ ?

El poder de la red es real, está aquí. Y manda más de lo que nos imaginamos.

Recientemente, en una interesantísima conferencia sobre e-branding, el experimentado Paul Fleming hablaba sobre la importancia de las acciones de potenciación y refuerzo de marca en Internet. Hablaba, con una lucidez extrema sobre la visión más actual del marketing digital, de “ellos” y “nosotros” y del nuevo escenario de Internet “todos estamos aquí”..

Yo quiero hacer ahora una reflexión en este sentido. Internet se ha desarrollado a velocidad de vértigo, evidentemente mucho más rápido de lo que nosotros podemos asumir. Realmente, aunque a los profesionales de la comunicación nos cueste reconocerlo, Internet está “fuera de nuestro control”. Es así de dramático.

Propongo ahora que revisemos ese escenario, ese campo de batalla al que en un anterior artículo hacíamos mención, más allá de las frías definiciones de web 1.0 o web 2.0.

Podemos revisar ese escenario, y pensar que la primera dimensión de la red la marca nuestro site. La descripción de nuestra empresa, el catálogo de productos o servicios. Es una dimensión estática y fría. Estamos, pero ¿nos ven?. Nuestro site vs red.

A partir de aquí la segunda dimensión sería la interacción usuario-nuestra web. Podemos interactuar con ellos, buscarlos, que nos visiten, que accedan a nuestras áreas restringidas, que nos envíen su opinión. Y buscar su satisfacción. Nuestro site vs usuario.

Pero Internet no se acaba ahí. Y mal hacen en pensarlo los muchos profesionales de la comunicación que aceptan que el límite está ahí.

Entramos entonces de lleno en la tercera dimensión de internet. Usuario vs usuario. Es la versión comunicativa del p2p. Los usuarios no sólo intercambian archivos, también intercambian experiencias, consejos, opiniones. Un elevadísimo porcentaje de potenciales compradores deciden el producto en función de los foros y los blogs. Preocupante.

Pero todavía es más preocupante realizarse la pregunta ¿quién o con qué intención genera esa opinión? ¿es veraz esa opinión?

Investigar antes de actuar. Siempre hemos sabido que unos de los primeros pasos del marketing, según desde dónde se comience, es la investigación. Investigar cuál es mi público objetivo, evaluar la demanda, saber de la competencia. Y luego definir el producto y actuar emprendiendo acciones de comunicación.

Si esto lo sabemos, y somos concientes del poder de la red para perjudicar los intereses de las empresas… ¿somos entonces capaces de mirar para otro lado?

HORMIGAS EN LA RED nació con la idea de no rendirse ante esta barrera. De traspasarla. De entrar en ese campo para analizarlo, verlo evolucionar. Por ello ha desarrollado un método de trabajo que analiza el entorno de la empresa en Internet, rastrea y analiza la opinión que en portales, blogs y foros se forja de nuestra empresa, producto o servicio. Y hasta de las propias personas, por qué no.

Y para intervenir sobre lo analizado propone un plan de acción con unos claros objetivos marcados. Pura comunicación digital.

Pasar de no hacer nada a investigar es un paso importante. Pero la información sólo se transforma en poder si se sabe utilizar. No vale la afirmación de “lo sabemos, pero no podemos hacer nada”. Porque nosotros sí podemos.

viernes, 6 de junio de 2008

Campo de batalla, Internet

Recientemente se ha publicado una noticia procedente del Observatorio español de Internet dirigido por Francesc Canals que afirma que España es el mayor generador de bulos o rumores u hoax o mentiras en Internet. La noticia, aunque curiosa, no resulta sorprendente teniendo en cuenta nuestra fama de cotillas, nuestra tendencia cultural a propagar noticias, generalmente ajenas. Una costumbre que supone en nuestro país un auténtico entretenimiento social.

De entre todos los rumores que circulan por Internet, quizás, los más habituales, son los que se refieren a empresas, productos o servicios, o bien sectores en general. Existen algunos muy populares de los que seguro han oído hablar, como que tomar Actimel es perjudicial para la salud o que los restaurantes chinos sirven carne procedente de perros y gatos. Y otros algo menos conocidos pero no menos perjudiciales, como que varias operadoras de telefonía móvil iban a cobrar las llamadas perdidas porque se había convertido en un código de comunicación entre los jóvenes y se estaba dejando de ganar mucho dinero.

En realidad, los rumores que circulan por Internet tienen unas características particulares que nos permiten identificarlos: casi nunca están firmados, nombran a grandes compañías, instan a su divulgación entre nuestros contactos, no suelen estar fechados para parecer siempre recientes, utilizan palabras técnicas para parecer profesionales… Sin embargo, no siempre son identificables y lo que es peor, la inmensa mayoría de las personas le da trascendencia. Y es que nos encontramos ante un enemigo muy duro, las empresas competidoras, que están dispuestas a ir a por todas y un campo de batalla muy propicio, Internet. Bienvenidos a la ‘infoguerra’.

‘La infoguerra’ es la guerra de la información, donde ésta se convierte en arma para aislar, desfavorecer y destruir empresas a través de la incertidumbre y el desprestigio. Es un modo de debilitar a los adversarios siempre con fines profesionales, cuyo modus operandis es la divulgación de rumores, no importando que la información difundida desatienda al principio de veracidad. Según afirma Francesc Canals, es una actividad al servicio de la publicidad y por tanto una herramienta perfectamente depurada, cuyo planteamiento responde a una estrategia empresarial.

Hay muchas formas de batallar en Internet y no siempre atacando a nuestro adversario de modo frontal. Si bien hemos planteado el uso de Internet con fines dañinos hacia terceros, también puede ser utilizado por una empresa para su propio beneficio interviniendo de modo indirecto y sin implicar a otras. Por ejemplo, creando expectación ante un hecho que le favorezca o divulgando una mentira positiva que logre hacer subir las acciones en pocos días. Son sólo unos pocos ejemplos que ilustran las acciones que hoy en día se están realizando ante nuestros ojos.

En otras ocasiones, el bulo es una forma de recopilar direcciones electrónicas para generar bases de datos para posteriormente proceder al envío de publicidad on line. Esto sí que es algo que quizá los lectores no sepan. Para ello es preciso que, a través de cualquier reclamo, los usuarios rellenen un breve formulario en el que facilitan sus datos, no basta con reenviar un e-mail a un contacto propio.

En definitiva es una batalla para la que las empresas deben estar preparadas, bien con un competente gabinete de crisis o bien con una potente imagen de marca que sirva de caparazón ante daños de este tipo, sean éstos directos o colaterales.

La confrontación directa es, evidentemente, más arriesgada y en algunos casos un ataque indirecto aunque cobarde puede resultar devastador. En este punto conviene recordar a un experto del Arte de la Guerra, un general chino cuyas pautas bélicas han guiado a los más importantes gurús del mundo empresarial desde hace siglos, Sun Tzu, que ya en el siglo V antes de Cristo afirmaba: “Así pues, los verdaderamente hábiles en la guerra someten al ejército enemigo sin batallar”.

miércoles, 26 de marzo de 2008

¿Para qué ir al médico si tengo a Google?

Que tengamos un dolor intenso en el brazo o unos ligeros mareos no quiere decir que estemos apunto de sufrir un infarto o que tengamos falta de riego cerebral como podría diagnosticarnos Google. Podría ser simplemente un dolor local provocado por una mala postura o un aturdimiento por haber conducido en exceso. Este es sólo un ejemplo práctico de lo que muchas veces sucede al obviar los canales adecuados en materia de salud.

Como ya hemos visto en el recorrido de este blog, la fuerza y poder que puede desatar Internet puede convertirse en un arma peligrosa. La inmediatez tan deseada por la generación digital hace especialmente vulnerables a quienes la lideran: los jóvenes. Para ellos, Google es su libro de consulta habitual. Pero no sólo los jóvenes en general son presas fáciles ante los peligros de los falsos médicos en la Red... Existe una patología cada vez más abundante en la sociedad cuyos enfermos se ven perjudicados seriamente ante el fenómeno Google: la hipocondría.

Recientemente hemos podido leer en la prensa una noticia alarmante: “El 25% de la información de salud en Internet es falsa”. A pesar de este titular, según he podido rastrear en otras noticias y medios, la realidad es aún más cruda ya que se afirma que el porcentaje de datos falsos respecto a salud en general puede alcanzar el 41%. De modo que, ¡casi la mitad de las entradas de Google y otros buscadores sobre salud es información errónea!

Como afirmaba anteriormente, la gente joven es la que con mayor frecuencia recurre a Internet para averiguar el porqué de determinado síntoma o dolor, conocer que consecuencias tiene la ingesta de determinado medicamento, etc. Y es que el paso de acudir a un especialista es para algunos difícil de dar cuando en principio sólo pretenden obtener algo de información. Lo que sucede es que en este primer paso comienza un bucle del que es difícil salir. En España, las búsquedas más frecuentes son las que se realizan bajo los conceptos: dieta, obesidad, alergia, jaqueca y cáncer. Aunque todos esos conceptos están siendo desbancados recientemente por los de “caída del pelo” y “medicamentos para dejar de fumar”.

Existen tres tipos de usuarios ante la búsqueda de este tipo de contenidos: personas sanas que realizan búsquedas esporádicas (los más habituales), personas recientemente diagnosticadas de alguna enfermedad que inician su búsqueda para localizar respuestas y, por último, enfermos crónicos o hipocondríacos que utilizan Internet de modo habitual para verificar sus síntomas. Las búsquedas son generalmente sobre síntomas específicos, búsqueda de tratamientos y hábitos de vida saludables.

Un capítulo aparte merecería la cantidad de personas que pretender encontrar en Internet la dieta perfecta ante su problema de sobrepeso, a veces inexistente. Son dietas que pueden tener consecuencias graves sobre la salud de las personas, ya que en muchos casos no están supervisadas por un dietista profesional. La información sobre alimentación vinculada a la salud está especialmente alterada en Internet y puede desencadenar en una auténtica alarma social.

¿Cómo pueden los consumidores, presumiblemente inteligentes y bien informados, determinar qué es legítimo y qué no cuando se trata de información sobre salud en la Red? Pues la respuesta es que no existe un criterio claro al respecto como ocurre con cualquier tipo de información, sólo seguir el sentido común y atender que se trate de urls oficiales.

La conclusión de todo esto pasa por tener claro que Internet no será nunca nuestro médico de cabecera ni nuestro farmacéutico particular. Aprender a desconfiar de la información que no procede de una fuente fiable o profesional y saber que Internet somos todos y que no todos tenemos buenas intenciones. Y por supuesto, tomar al pie de la letra lo que dice el refrán: “fácil es recetar, difícil es curar”.

lunes, 4 de febrero de 2008

We are the Web

Con esta sentenciosa frase comienza este artículo. No pretende descubrir nada nuevo, sino comentar una realidad para algunos todavía invisible.

Internet, indiscutiblemente, es un medio cuya reciente evolución ha hecho replantearse el esquema de una estrategia de comunicación publicitaria. Un medio aún por conquistar por parte de no pocas empresas. Un compañero que aún no acaba de conocerse y que sin embargo sabemos nos acerca, en muchos casos, más que ningún otro a quienes deseamos, nuestros clientes.

Las empresas, cuando se enfrentan a la necesidad de comunicar, valoran (mucho ha costado) la necesidad de utilizar la Red como un canal más. Lo que ocurre, es que habitualmente no se sabe como enfrentarse a un medio de tan difícil control. La pregunta frecuente es: Yo utilizo el medio Internet, ¿pero, realmente consigo llegar a todo mi público?, ¿consigo mis objetivos de comunicación? Entonces, el discurso comenzaría de esta forma:

_ ¿Tiene usted una página web?
_ Sí, claro.
_ ¿Conoce usted la realidad actual de la Red, verdad?
_ Sí, ¿no?…
_ El modo de comunicar ahora es muy diferente. ¿Sabe lo que es la Web 2.0?
_ ¿Cómo dice?

Y es que ese es el gran reto: La visibilidad de la empresa en Internet. Y para ello es clave conocer cómo se ha transformado este canal. La Web 2.0 ha tenido más de 9,5 millones de menciones en Google desde que O'Reilly ideara el concepto y, sin embargo, existen aún dudas sobre su significado y sobre si su origen reside en el Marketing puro y duro.

Web 1.0 / Web 2.0
Doble click / Google AdSense
Mp3.com / Emule
Britannica Online / Wikipedia
Website personal / Blog
Page View / Cost per View
Publicidad Online / Participación Online
Messenger / Redes sociales
Etc. / Etc.

En esta tabla podemos observar un ejemplo de algunas de las aplicaciones de Internet que están ahora en desuso y aquéllas que las han sustituido. Las más destacables probablemente sean, la figura del blogger y los millones de usuarios de las Redes Sociales que proliferan hoy en día en la Red (Blogspot, Facebook, Myspace, Fotolog, etc.) y que con sus contenidos están configurando la estructura de lo que hoy es Internet. De ahí el título de este artículo: “We are the Web”.

Toda esta gran dimensión de contenidos ha hecho muy complejo su dominio y conocimiento por parte de las empresas. En este sentido, Internet se puede esquematizar en 4 grandes zonas: la primera el “núcleo”, donde residen las webs y los medios más importantes; otra es conocida como “adentro”, donde se encuentran las webs de medianas empresas y medios especializados; la tercera es “afuera”, que incluye la mayor parte de los blogs y portales especializados; por último, la zona llamada “independientes”, donde encontramos todos los demás contenidos.

Ante este fenómeno, el discurso continuaría…:
_ ¿Está su empresa dispuesta a participar en la Red de modo competitivo, teniendo en cuenta este esquema de las cosas?

Importante. Esto no sólo pasa por estar entre los 10 primeros puestos de los principales buscadores (algo que también es bien importante ya que el 50% de las visitas a la web vendrán gracias a este método). La idea es servirse de las nuevas tecnologías como búsqueda de nuevos canales de comunicación con los consumidores, afinar en canales más directos, la búsqueda del entretenimiento, de una comunicación empática con el cliente.

Las empresas deben seguir esta línea, no perderla de vista… La Web 2.0.

Existe al respecto un Manual que tiene, según sus palabras, “la intención de ser una adaptación de la filosofía de la Web 2.0 al mundo del Marketing”. Puede, de momento, ser una guía práctica…

www.marketing-20.com